woensdag 12 januari 2011

La historia del libro perdido en el mundo de los pequeños

Una pequeña oscura siluetita atravesó el chiquitito parque. Llevaba consigo un librito de aspecto viejo. Lo depositó en un pequeño banco. La fuerza del viento hizo que se abriera y pasaran las paginitas. En el momento, en el que se cerró, una de ellas quedó doblada.

Por la mañana un enano feminino recogió el librito. Se llamaba Carolina e iba de camino hacia el colegio. Cuando el profesor gnomo importía clase, el librito cayo al suelo y llamó la atención de él. Lo abrió y para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Resultó que la última se encontraba doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.

Los alumnos enanos se preguntaban por qué estaba vacío y cuál era el sentido de su existencia. Carolina propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una historia a través de las frases de cada uno de ellos.

Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un pequeño cerezo japones que le resultó llamativo. Decidió situarlo a su lado.

Poco a poco, muchos manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.

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